Decreto de 8 de marzo de 1957, por el que se aprueba el escudo heráldico del municipio de Candelaria.
Escudo cortado: primero sobre cueva de riscos al natural, la Virgen de Candelaria en estatua, y a sus plantas, uno a cada lado, dos guanches, con su primitiva indumentaria de zalea, postrados adorándola; y segundo, sobre campo de gules, una torreta o castillo achatado en su color y a ambos lados del mismo, una valla de madera y muro de cantería. Dicha torreta y vallado, sobre el mar de azur y ondas de plata, y en el mismo, como nadando, dos peces de plata afrontados.
Orla de plata con tres ollas o bernegales de gules, puestas una arriba y las otras dos, una a cada lado, cargándola. Al timbre, Corona Real de oro.
La Estatua Mariana recuerda la primitiva Virgen de su santuario; la cueva rememora la existente en la boca del barranco de Chimisay, en las costas del Menceyato de Goymar, cerca de donde hoy se levanta la ermita de Nuestra Señora del Socorro, y donde hallaron unos guanches a la Virgen de Candelaria, la que trasladaron al palacio-cueva del reyezuelo en Chinguaro, donde se dice permaneció 71 años, para posteriormente trasladarla a la cueva de Achibinco, hoy de San Blas, donde residió hasta el año 1496, en que finalizó la conquista de Tenerife. Una torreta y una valla de madera representativa de la fortaleza que le daba defensa y los peces como expresión de su industria pesquera y de su pintoresco puerto. Las ollas, o bernegales, se adoptan como expresión de la antigua alfarería vernácula.